No todo el mundo sabe lo que es un Amigurumi. Hasta a mi me costaba al principio pronunciar esta palabra, que no es mas que la unión de dos términos japoneses: ami, que significa tejido; y nuigurumi, que significa muñeco de peluche.

Filosofia de los Amigurumis

Esta es una tendencia o moda japonesa que consiste en tejer muñecos o peluches mediante técnicas de crochet o ganchillo.

Los amigurumis toman forma principalmente de animales como osos, conejos, gatos o perros, pero también adquieren otras formas como comidas, plantas, e incluso accesorios como bolsos y bisutería.

El amigurumi es en Japón algo más que un simple pasatiempo, ya que forma parte de la idea de hacer sonreír al corazón a través de la cultura kawaii, término que podrí­a traducirse como bonito, tierno o adorable.

Más allá de su uso decorativo o lúdico, el objetivo que persiguen los amigurumis es el de alimentar el espí­ritu de niño que todos llevamos dentro.

Según la tradición cada amigurumi posee un “alma” que lo convierte en el compañero y confidente de por vida de su dueño, proporcionándole protección y consuelo en los momentos de estrés y tristeza.

Estas figurillas son objetos de apego ligados a conceptos de amistad, complicidad y compañí­a. Proporcionan protección y seguridad a su propietario.

¿Por qué los amigurumis no tienen boca?

Esto es como he dicho antes, porque están ligados a conceptos de amistad, compañía y complicidad.

Un confidente al cual podrás contar todos tus secretos y ellos nunca los revelarán.

Además, el que no tengan boca hace que los amigurumis no estén ligados a ninguna emoción, y así las personas pueden identificarse y proyectar en ellos sus propios sentimientos.

Tu amigurumi es feliz cuando tú eres feliz.

Técnica

Los amigurumis están realizados con la técnica de ganchillo en espiral, por lo que el tejido es continuo.

Hay tantas variedades de amigurumi como imagines ya que el ganchillo permite crear distintas formas, que una vez unidas con aguja e hilo forman muñecos y figuras tan sencillas o complejas como la imaginación permita.

Lo que se hace básicamente es trabajar en espiral.

Se parte de un punto de origen, que se llama un anillo mágico porque luego tiras de él y se queda cerrado y ahí­ vas metiendo los puntos para hacer la labor.

Vas creciendo y disminuyendo puntos para obtener la forma deseada en las distintas piezas que forman el amigurumi. Después estas piezas se unirán, cosiéndolas, y formando la figura final.

No es exactamente lo mismo que el ganchillo tradicional de madres y abuelas, aquí­ hay que seguir un patrón.

Para terminar solo decir que todos los Amigurumis son entretenidos de hacer, cada uno constituye un desafío, donde pongo todo mi cariño para que luego se conviertan en un acompañante para ti­ o un original regalo para alguien especial.